Vivir bien durante el tratamiento

El tratamiento de su melanoma depende generalmente de lo temprano que se haya diagnosticado la enfermedad y de si se ha extendido, es decir, de su estadio. Sin embargo, hay otros factores importantes que pueden tenerse en cuenta, como la ubicación del melanoma, su estado de salud general, su tipo de melanoma, si su melanoma tiene una mutación genética y su objetivo de tratamiento. Además, su vida durante el tratamiento dependerá en gran medida del tipo de tratamiento que reciba y de cómo respondan a él usted y su cuerpo. A continuación encontrará algunos consejos específicos para mejorar su vida durante el tratamiento.

Infórmate

Es importante que se informe sobre el melanoma y sus tratamientos: su tratamiento y cualquier otro tratamiento disponible para su estadio, en caso de que necesite pasar de un tratamiento a otro. El sitio web de AIM es la mejor fuente de información sobre el melanoma, así que siga leyendo. Tenemos muchos recursos disponibles que son específicos para quienes están pasando por el tratamiento, como nuestras guías de gestión de efectos secundarios; simposios sobre cómo vivir con el melanoma; y nuestra videoteca de temas sobre el melanoma. Cuanto más conocimiento tenga, más entenderá su tratamiento, sus efectos secundarios y sus objetivos. El conocimiento da poder, lo cual es importante porque el cáncer puede hacerle sentir impotente.

Aprenda a pedir/transferir su historial médico

Es probable que en algún momento de su diagnóstico y tratamiento del cáncer -y quizá más de una vez- se encuentre en la consulta de un nuevo médico o en un nuevo centro médico. Es importante que aprenda a pedir/transferir todos sus registros médicos de un lugar a otro. Este proceso puede incluir una llamada telefónica y una firma u otro tipo de autorización, pero usted o la persona que usted designe tendrán que iniciar esa solicitud. 

Reúna su información

AIM recomienda pedir una copia de todo su historial médico de melanoma para usted. Organice todos los documentos en una carpeta para poder consultarlos y llevarlos a las citas.

Lea sus informes. Si tiene alguna duda sobre cualquier cosa que vea en sus informes, pregunte a su médico o póngase en contacto con nuestro Pregunte a un experto en melanoma, que puede responder a sus preguntas de forma rápida y confidencial. Tener toda la información en un solo lugar y leerla es parte de la educación: Le permite comprender lo máximo posible sobre su melanoma, el tratamiento y el pronóstico.

Nota: Algunas personas -especialmente algunas con melanoma en fase avanzada- deciden no leer los detalles de su enfermedad, una decisión totalmente comprensible. Pero tener una copia de su historial médico es práctico y útil si tiene un cuidador, que puede necesitar acceder a esta información mientras le cuida.

Cuando vaya a un nuevo médico por primera vez, lleve alguna información al menos a la primera cita, como su(s) informe(s) patológico(s) e información sobre los medicamentos/dosis que ha tomado, para poder dar a su nuevo médico respuestas precisas a preguntas importantes si su historial médico aún no ha sido transferido.   

Sigue avanzando

La fatiga es habitual en las personas que reciben tratamiento contra el cáncer. Para algunos, esta fatiga no es un tipo de cansancio ordinario, sino un agotamiento que no parece mejorar con el descanso. Puede durar mucho tiempo y hacer que la actividad física sea poco atractiva.

Sin embargo, el ejercicio puede ayudarle a reducir la fatiga. Los estudios han demostrado que los pacientes que siguen un programa de ejercicio adaptado a sus necesidades personales se sienten física y emocionalmente mejorados y pueden afrontar mejor la situación.

El ejercicio puede mejorar su salud física y emocional:

  • Mejora tu estado cardiovascular (corazón y circulación).
  • Fortalece los músculos.
  • Reduce la fatiga.
  • Reduce la ansiedad y la depresión.
  • Te hace sentir más feliz en general.
  • Te ayuda a sentirte mejor contigo mismo.

Cualquier programa de actividad física debe ajustarse a su propia situación. Para algunos, dar pequeños paseos es adecuado. Para otros, la cantidad de ejercicio puede ser mucho mayor. 

Habla con tu equipo médico antes de empezar cualquier programa de ejercicios y pide su opinión sobre tus planes. Intente que un compañero se involucre para no hacer ejercicio solo. Contar con la participación de la familia o los amigos al iniciar un nuevo programa de ejercicios puede darle ese impulso adicional de apoyo para seguir adelante cuando el impulso no existe. Si tiene acceso a un entrenador personal o si su centro oncológico ofrece clases o instructores, utilice estos recursos.

Tendrá que equilibrar la actividad con el descanso. A algunas personas les resulta muy difícil permitirse descansar cuando están acostumbradas a trabajar todo el día, a ocuparse de la casa o a hacer ejercicio con regularidad. Recuerda que está bien descansar cuando lo necesites.

Comer sano

Comer sano puede ser un reto para cualquiera, pero puede ser aún más difícil durante el tratamiento del cáncer. Por ejemplo, el tratamiento puede cambiar su sentido del gusto o provocar náuseas. Puede perder peso porque ha perdido el apetito, o puede ganar peso porque no está haciendo tanto ejercicio.

Si está perdiendo peso o tiene problemas de gusto durante el tratamiento, haga lo mejor que pueda con la alimentación y recuerde que estos problemas suelen mejorar con el tiempo. También puede resultarle útil comer pequeñas porciones cada dos o tres horas en lugar de comidas más estándar. Tal vez quiera pedir a su equipo de oncología que le remita a un dietista -unexperto en nutrición- que pueda darle ideas sobre cómo afrontar algunos de los efectos secundarios del tratamiento que afectan a la alimentación y cómo comer lo más sano posible durante el tratamiento.

Una de las mejores cosas que puede hacer durante o después del tratamiento es poner en práctica hábitos alimentarios saludables. Te sorprenderán los beneficios, tanto a corto como a largo plazo, de algunos cambios sencillos, como aumentar la variedad de alimentos saludables que comes. 

Obtenga apoyo

Muchas personas que han pasado por el cáncer sienten que se han beneficiado de algún tipo de apoyo. Lo mejor para ti depende de tu situación y personalidad. Algunas personas se sienten cómodas en grupos de apoyo o educación entre iguales. Otras prefieren hablar en un entorno informal con amigos cercanos. Otras, en cambio, se sienten más cómodas hablando individualmente con un consejero, terapeuta o asesor espiritual. Su centro oncológico puede disponer de grupos de apoyo, y su médico puede tener un terapeuta u otras recomendaciones. Pruebe una o varias de estas opciones de apoyo y encuentre lo que le funcione a usted.

Si no está seguro de quién puede ayudar, póngase en contacto con el director de participación comunitaria de AIM, que le ayudará a encontrar un grupo o recurso adecuado.

Recuerda lo que te hace feliz

Cualquier cosa que te haya dado placer y te haya calmado en el pasado probablemente será útil mientras estés en tratamiento. Ya sea el yoga, la lectura o el senderismo, intenta seguir haciendo lo que te ha hecho feliz, si puedes. Al mismo tiempo, busca nuevas formas de encontrar placer.

Tener cáncer y enfrentarse al tratamiento puede consumir mucho tiempo y ser emocionalmente agotador, pero también puede ser un momento para ver la vida de otra manera. Para algunos, el tratamiento ofrece la oportunidad de analizar otros aspectos de la salud, la felicidad y la vida, más allá del melanoma. 

No puedes cambiar el hecho de tener cáncer. Lo que sí puede cambiar es la forma en que vive su vida, tomando decisiones saludables y sintiéndose lo mejor posible, física y emocionalmente. AIM está aquí para ayudarte.