Diagnosticado el 12/24/2016
Casi dos años después de que mi esposo y yo nos mudamos a los EE. UU., recibí la noticia más difícil que podía imaginar en ese momento de mi vida, un diagnóstico de melanomaEn ese momento tenía 27 años, recién casado, comenzando un nuevo capítulo en nuestras vidas, en un nuevo país con muchas expectativas por delante en mi mente excepto una células cancerosas Diagnóstico. Lo primero que aprendí fue que el cáncer por lo general no toca a la puerta.
Todo empezó 5 años antes del diagnóstico, cuando descubrí una anomalía torno en mi pecho me lo quitaron y me dijeron que era un Spitz Nevo (benigno). Muchos años después sentí una masa en mi cuello que estaba creciendo, tenía un ultrasonido y supuestamente era solo un quiste que el Doctor no recomendó quitar, en ese momento nadie conectó los puntos con mi lunar anterior.
Me quedé con la masa y un año después sentí que iba creciendo y cambiando un poquito, un día me empezó a doler, así que decidí visitar el oncólogo nuevamente para comprobarlo. Decidieron retirar la masa y enviarla a la patólogo.
La mañana de Nochebuena recibí la peor noticia que esperaba en mi vida, tenía melanoma malignoRecuerdo que pensé “esta será mi última Navidad”, pero tiempo después entendí que ese día fue solo el comienzo de mi viaje con el melanoma.
Días después, tuve mi primer pet scan Hecho, y no mostró ningún cáncer visible en mi cuerpo, entonces mi médico decidió hacerme una operación de cuello. la linfa Me hicieron una disección de ganglios linfáticos para ver si quedaban células cancerosas. Me quitaron 14 ganglios linfáticos del cuello y todos estaban libres de cáncer. Recuerdo ese día como si fuera hoy, seguro, fue un buen día para mí y para toda mi familia.
Mi médico y yo decidimos iniciar un tratamiento preventivo para evitar reaparición con inmunoterapia Porque tuve melanoma Fase III y yo era demasiado joven. Ipilimumab fue el medicamento que recibí después de recuperarme de transformacionTomé cuatro dosis del tratamiento, pero tuve que suspenderlo porque empezó a causar efectos secundarios en el hígado. Tuve que tomar esteroides durante un tiempo, pero ahora mi hígado está bien. Desde entonces, y gracias a Dios, ya llevo más de 3 años sin consumir drogas.
Vivir con melanoma en otro país, en otro idioma, también fue un reto, pero también lo vi como un regalo porque ahora hay más información y una comunidad que habla sobre este tema. Por eso estoy tratando de retribuir, creando algunas herramientas para sobrellevar el melanoma en países con pacientes hispanohablantes que no tienen suficiente información para comprender y prevenir este tipo de cáncer.
Con esta enfermedad, aprendí que el melanoma es una enfermedad difícil que es más fácil de manejar con la familia y los amigos a tu lado. El melanoma también me enseñó un montón de cosas, como cómo ser resiliente y mentalmente fuerte, a vivir en el presente, que la esperanza es clave en esos momentos difíciles y, lo más importante, aprendí que incluso en los momentos oscuros de la vida también hay momentos de luz y alegría. También descubrí que el melanoma te acompaña a todas partes y todos los días, en algunos casos tal vez no físicamente, pero mentalmente seguro.
Mi consejo para aquellos nuevos pacientes con melanoma es que busquen un grupo de apoyo durante esos momentos difíciles, que intenten ser... positivo La mayor parte del tiempo, y no pierdas la fe y la esperanza porque esa es la mejor herramienta para enfrentar y soportar este viaje. Además, llevar un diario es una de las formas más efectivas de sanar mentalmente.
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