Diagnosticado el 04/01/2015
En marzo de 2015, fui a la dermatólogo Para conseguir lo que pensé que era un torno Me lo quitaron. Al saber que había crecido y que había empezado a supurar un poco, supe que no era bueno. En ese momento también estaba esperando mi primer hijo, así que no estaba segura de si esa era la razón de los cambios o no. Recuerdo que me llamaron y me dijeron que tenía que venir ahora para que pudiéramos hablar sobre mi patología Resultados. Desde ese momento supe que estaba mal. Entonces me derivaron a un cirujano. oncología dermatólogo.
Tenía 31 años, estaba recién casada y embarazada. Estaba devastada. Pensé que el principio del fin de mi vida estaba por llegar. Así que mi esposo y yo nos dirigimos a la UNC. Cáncer Centro para conocer a mi cirujano.
En abril de 2015, me hicieron la primera de tres cirugías. Como estaba embarazada de casi cinco meses, las cosas fueron diferentes para mí. Me quitaron el resto del lunar y me dejaron márgenes limpios. Entonces me dijeron que tuviera a mi hijo y volviera después para terminar. Me tranquilizó saber que el lunar había desaparecido, pero ¿y si ahora está en otro lugar? ¿Cómo puedo saberlo? Todas las preguntas y preocupaciones.
En agosto de 2015, después de dar a luz a mi héroe, tuve la la linfa Seguimiento y disección de ganglios linfáticos. Uno de los dos ganglios extirpados tenía una pequeña mancha de cáncer. Así que volví al quirófano en septiembre para la tercera operación. transformacion. 27 ganglios linfáticos extirpados en ese momento. Ahora el linfedema Comenzó. Y llegó el momento de ir a ver al médico de hematología/oncología para conocer las opciones de tratamiento. ¡Todo esto mientras era madre primeriza! Las emociones estaban en su punto más alto.
Después de reunirme con mi oncólogo Y al escuchar mis 3 opciones, opté por Ipilimumab. Este tratamiento fue aprobado en octubre de 2015 para Fase 3 MelanomaComencé el tratamiento de un año en noviembre de 2015. ¡Las cosas fueron muy difíciles durante los primeros 4 meses! Soy madre primeriza, trabajo a tiempo completo, el tratamiento del linfedema y los tratamientos IPI. ¡Algunos días lloraba de puro cansancio! Tuve la suerte de contar con el mejor sistema de apoyo y en esos días realmente confié en ellos.
A medida que avanzaban los tratamientos, las cosas iban mejorando cada vez más. Seguí con los tratamientos, los análisis y las visitas al oncólogo. Antes de darme cuenta, ¡había completado el año! ¡Ser la primera paciente de la UNC en haber hecho esto! ¡Estaba tan agradecida y ahora llevo casi 2 años SIN cáncer! Miro a mi hijo todos los días y le agradezco a Dios por bendecirme con mi HÉROE. ¡Realmente me salvó la vida!
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