Ham era un ser humano raro y excepcional. Suena a cliché, pero realmente lo era. Periódicamente pienso en el ángel que fue en nuestras vidas.
Todos los que le conocieron le querían por su ambiente cálido, acogedor, curioso y sin prejuicios.
Las mujeres dicen que "les dio esperanza" para la especie masculina.
Era el hombre más amable, considerado, desinteresado, cariñoso, ecuánime, alegre, filosófico, leal, de corazón abierto, fiel, honesto y honorable que he conocido.
Era interesante e interesado. Era un hombre de la más alta moral y valores. Era un hombre de paz.
Me inspiró para lograr grandes cosas. Me hizo sentir segura. Elevó mi conciencia.
Era un compañero increíble y me trataba como una reina, todos los días. Me traía a la cama por la mañana: un capuchino en una elegante taza y platillo de porcelana, con una rosa en un mini jarrón y un pequeño cuenco de cristal con bayas frescas. Todos los días de la semana. Y escribía hermosas poesías. Le gustaba leer libros y jugar a juegos de ingenio en línea.
Era un ex pat estadounidense que creció en Suiza, fue un estudiante de primera (a pesar de un reto con la baja visión), y se convirtió en un Eagle Scout. Hablaba francés con fluidez y algo de alemán y español. Juntos disfrutamos de casi 10 años de felicidad viajando por el mundo y llevando una vida hermosa y elegante en nuestro apartamento de Manhattan. A menudo nos decíamos lo milagroso que era que nunca nos peleáramos, nos reíamos a diario y nos respetábamos profundamente. La vida en común con Ham era muy fácil.
Mejoró mi vida de muchas maneras... Le encantaba la aventura. Disfrutaba probando nuevas experiencias: desde conocer el arte moderno más reciente en el MoMA o en Art Basel, la arquitectura clásica y moderna, la música internacional, la comedia, recorrer distancias en bicicleta, correr maratones, hacer cumbre en las montañas y explorar el centro de la ciudad de Nueva York, así como su elegancia. Le gustaba la buena comida y la bebida. Tenía excelentes modales en la mesa y escribía atesoradas notas de agradecimiento escritas a mano. Era feliz vistiendo de manera informal o formal, pero era más entusiasta en traje y en la pista de baile. Su canción estrella en el karaoke era "Wild Thing" y a menudo se inventaba su propia letra. Mi familia y mis amigos adoraban a Hammy. Atesoramos su maravillosa familia y amigos, de todo el mundo. Lo mejor de lo mejor.
En sus últimos días me dijo: "Gracias por los mejores 10 años de mi vida" y "Annie, la película no acaba así"...
Doy gracias a Dios por una maravillosa experiencia de vida juntos y seguiré adelante por la vida con él en mi corazón para siempre.